miércoles, 13 de agosto de 2008

Dos derechos importantes para el futuro de los niños







Derecho a una Familia

Pero vamos un poco más allá y pensemos qué entendemos por familia. El clásico concepto de familia es un papá, una mamá y sus hijos. ¿Se corresponde esta imagen con la realidad que estamos viviendo hoy día, a principios del siglo XXI? No siempre.

¿Se considera familia si falta el papá, o si los niños viven con la abuela? Sí. ¿Se está 'desintegrando' la familia en nuestra sociedad? ¿Está, como muchos dicen, en 'peligro de extinción'?

La familia, como tradicionalmente la hemos conocido, está en proceso de cambio, de transformación, y como tal deberíamos considerarla, dejando de lado los tradicionales criterios de 'normalidad', donde todo lo que se salga del viejo esquema es considerado 'defectuoso'.

Es difícil encontrar un concepto de familia que sea aplicable y que represente a todos. Se podría decir que verdaderamente importante es el concepto que cada familia tiene de sí misma, qué sienten sus integrantes unos con respecto a los otros, y si este grupo humano cumple (esto es básico) con las funciones de afecto, abrigo, educación, salud y protección de sus miembros.
Creemos que es importante para nuestros niños que los adultos que funcionamos de sostén (físico, material y emocional) de ellos podamos transmitirles que sea cual sea la actual conformación de su familia, si cumple con los requisitos antes mencionados, ésta es normal. Esto forma parte de sus derechos.
Nuestros niños deben sentir que forman parte de una familia 'normal' en toda la variedad de sus formas, ya que no existe un único tipo de familia, sino varios:
• Si viven solos con mamá.
• Si viven solos con papá. - Si mamá trabaja afuera.
• Si papá está desempleado.
• Si viven con una abuela, abuelo, hermanos mayores o tíos que asumen su cuidado.
• Si el papá o la mamá falleció 0 alguno está fuera del país.
• Si son adoptados.
• Si papá o mamá se volvieron a casar y tienen nuevos hermanos y/o hermanastros.
• Si están a cargo de alguien que los quiere y que asume su cuidado aunque no lo unan lazos de sangre.






Pero claro que para poder transmitir esto a nuestros niños, primero y ante todo, debemos tenerlo claro los adultos. Esto implica reflexión, aceptar nuestras propias circunstancias de vida (separación, viudez, desempleo) sin perder nuestra dignidad y sin sentirnos culpables si estamos brindando a esos niños todo lo que está a nuestro alcance para garantizar sus derechos.
Cuando hablamos sobre los adultos que funcionan de una u otra forma de sostén de los niños, también nos referimos a la escuela. La escuela es junto con la familia un transmisor de valores culturales y sociales, por esto es importante que exijamos a las instituciones educativas a las que concurren nuestros niños, que tengan estos conceptos presentes y que los apliquen a la hora de elaborar sus propuestas curriculares, en la realización de talleres, en las actividades cotidianas, en la selección de los libros de texto y de cuentos, etcétera. Los niños tienen derecho a tener una familia y a sentir que tienen una familia normal aun en la diversidad. Aceptar la diversidad, propia y ajena, no sólo va a fortalecer su autoestima, sino que va a permitir construir sociedades más tolerantes e igualitarias.
Derecho a la educación

El derecho a la educación es un derecho humano de segunda generación que en general contiene que la educación primaria debe ser gratuita para todos.
El derecho está contenido principalmente en el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, ratificado por una mayoría de los países del mundo, que en su artículo 13 reconoce[1] el derecho de toda persona a la educación:
Convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Convienen asimismo en que la educación debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la paz.
La "enseñanza primaria debe ser obligatoria y asequible a todos gratuitamente";
La "enseñanza secundaria, en sus diferentes formas, incluso la enseñanza secundaria técnica y profesional, debe ser generalizada y hacerse accesible a todos, por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la enseñanza gratuita";
la "enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos, sobre la base de la capacidad de cada uno, por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la enseñanza gratuita";
Debe "fomentarse o intensificarse, en la medida de lo posible, la educación fundamental para aquellas personas que no hayan recibido o terminado el ciclo completo de instrucción primaria";
"Debe proseguir activamente el desarrollo del sistema escolar en todos los ciclos de la enseñanza, implantar un sistema adecuado de becas, y mejorar continuamente las condiciones materiales del cuerpo docente".
Además este mismo tratado dice que los "Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales, de escoger para sus hijos o pupilos escuelas distintas de las creadas por las autoridades públicas, siempre que aquéllas satisfagan las normas mínimas que el Estado prescriba o apruebe en materia de enseñanza, y de hacer que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa o moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones."

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